A
lo mejor por vivir colgando
del último escalón
del hemisferio sur,
a lo mejor en este mundo estamos
parados de cabeza.
Soñando
una Ferrari en la puerta de casa
y
dormir esta noche con Valeria Mazza.
A lo mejor nos vamos achicando
al soñar tanta grandeza.
A
lo mejor porque conjugamos
con acento italiano
el verbo en español,
a lo mejor tiene la culpa el tango
del gris y la tristeza.
A
lo mejor cuando Dios quiso prepararnos,
fue
mezclando gente de miles de lados
y tal vez se le fue la mano
de sangre calabresa.
Somos así,
tan aplaudidos como despreciados,
nobles,
creídos, desglobalizados.
Pero me encanta ser argentino,
es mi destino, no lo elegí.
Mi madre es santa, el juez un cretino
y yo argentino hasta morir.
A
lo mejor porque devoramos
más
carne de lo que aconseja la salud
y somos todos cuando viajamos,
Gardel y Maradona.
A
lo mejor porque nos hemos atrasado
un par de cuotas
de lo que nos han prestado,
aunque hayamos pagado tanto,
ninguno nos perdona.
A
lo mejor porque le ganamos
jugando al basquet
al mismísimo Dream Team,
el primer mundo estará pensando
pasarnos la factura.
A lo mejor no hay nada
que pueda asustarnos
con
todo lo que venimos soportando:
Inflación, recesión, villanos,
violencia y dictadura.
Somos así,
será que hemos creado los genes
para
hacer todo lo que no conviene.
Pero me encanta ser argentino,
es mi destino, no lo elegí.
Mi madre es santa, el juez un cretino
y yo argentino hasta morir.
Vamo´a
la cancha, tomamos vino,
si
no hay del fino, en tetra brick,.
Somos la barra del obelisco,
somos los indios de San Martín.
Pero
me encanta ser argentino,
viviendo
en Vigo, Roma o Berlín.
Puedo ser pobre, nunca un mendigo,
soy argentino hasta morir.