Hemos perdido la inocencia...
Hemos dejado en el camino tanta fe...
Hemos sufrido tanta ausencia...
Hemos perdido
todo lo que hay que perder.
Perdimos fuerza y resistencia,
perdimos tiempo,
pero por suerte también
hemos perdido la paciencia
y al fin estamos
aprendiendo a ¨no temer¨.
Sin miedo esta vez nos juntamos,
tu alma y la mía se anudan,
sin miedo tendemos la mano,
sin miedo pedimos o damos ayuda.
Sin miedo mostramos la cara,
si pegan, va la otra mejilla...
Sin miedo el dolor no nos para,
nos junta, nos alza
y nos lleva a la orilla.
Sin miedo, los sueños que armamos
no vuelven a ser pesadillas.
Hemos perdido hasta el asombro,
no queda nada
que nos pueda sorprender.
Hemos caído a lo más hondo,
siempre empujados
por los dueños del poder.
Perdimos todo, o casi todo,
porque nos queda
la decencia y el valor
y la ilusión de hallar el modo
de armar un tiempo
donde no reine el horror.
Sin miedo esta vez nos juntamos,
tu alma y la mía se anudan,
sin miedo tendemos la mano,
sin miedo pedimos o damos ayuda.
Sin miedo mostramos la cara,
si pegan, va la otra mejilla...
Sin miedo el dolor no nos para,
nos junta, nos alza
y nos lleva a la orilla.
Sin miedo, los sueños que armamos
no vuelven a ser pesadillas.