No hay dinero, no hay plata,
non che soldi, no money,
no hay un cobre, no hay pasta,
no hay un mango, no hay vento.
Se ha vaciado la lata,
se ha agujereado el bolsillo,
se ha empeñado el anillo,
se venció el documento.
Por eso señor:
Yo le cambio esta guitarra
por el gorro y la bufanda
que su esposa le tejió
con la aguja, con la lana
que una chica en la otra cuadra
por su radio le cambió.
Y si Usted me pide
le regalo mi esperanza,
si la suya no le alcanza
porque a mi me sobra hoy.
No hay dinero, no hay plata,
hay carteras vacías,
rotas las alcancías,
las tarjetas en cero.
No hay para hoy ni mañana
moneditas ni cheques,
me empujaron al trueque
como en mil setecientos.
Por eso señor:
Si le doy cuatro canciones
no me cuenta sus amores...
Y los sueños que olvidó.
Que tal vez trocando heridas
por sus ganas, por las mías,
se consiga algo mejor.
Si me cuenta de otros tiempos
de alegría, yo le cuento
de otros cielos, de otro sol,
Pídame lo que Usted quiera
que ya habrá alguna manera
de cambiar tanto dolor.
Pero no me pida
que me cambie de vereda
yo me quedo donde queda
la justicia y la ilusión
de cambiar todo el planeta
y también su alrededor.