Yo no dejo de alentar!
Pequeño Cuento del Tío Bueno (escrito Sin
Barbijo)
por Ignacio Copani
Desde su sabiduría y su bajo tono siciliano, mi tío abuelo, José Copani, solía alentarme si visualizaba cierta desazón en mi proceder.
Vos no podés deprimirte, Ignacito, vos traés el linaje de quienes vienen de la ¨terra bruciata¨, decía. La tierra quemada por la lava del volcán Etna, que una y otra vez, por más devastadora que fuera su acción, ha visto renacer a cada aldea del chamuscado pie del monte.
En esos tiempos en que éramos tan felices que no nos dábamos cuenta, aquella desazón venía por el costado de no tener una chance de hacer conocer las canciones que escribía.
Una minucia para mi tío... Un drama para mí, que rebotaba en cuanta prueba me presentaba en una compañía discográfica o en una productora artística.
Mientras el ejecutivo de la empresa me recomendaba: ¨cantale al amor, pibe, que eso de Lo atamo´con alambre no va a funcionar...¨, mi tío insistía: ¨Si tenés una idea y creés en ella, no podés entregarla a los perros¨.
Me vienen a la cabeza esos dichos del tío José, ahora que el desaliento se ha instalado en el ánimo de tantos compañeros... y en el mío.
Desaliento por pensar que se derrumba el sueño de estar por primera vez en un proyecto que apunta a concretar las mejores ideas de igualdad y justicia que anidaban en nosotros.
Desaliento alentado por la indiferencia y la ignorancia, o en el mejor de los casos por la FIACA intelectual de una buena porción de nuestra comunidad que se siente a gusto siendo domesticada por los gigantes medios de comunicación, que más que ¨medios¨, hoy son ¨enteros¨ responsables de la mediocridad y de las chiquitísimas expectativas de de un alto porcentaje de mis vecinos de cara al futuro.
Qué nos diría el viejo tío siciliano???:
Vamos muchachos... Ustedes se jactan de haber sido parte o ser herederos de las mejores luchas populares de la Argentina... ¿Y van a arrugar por el resultado de una dividida elección de legisladores y concejeros escolares?
Dos años y medio faltan para apuntalar las ideas... o tirárselas a los perros.
Ojalá hubieran tenido dos años y medio más de aire nuestros mártires. Ojalá ese tiempo lo hubieran conseguido Eva en su agonía, el Che acorralado, o Luther King en su tribuna, o García Lorca o Dorrego, o John Lennon o los civiles de cualquier bombardeo.
En dos años y medio se puede construir una carrera, una maestría, una autopista, un estadio, un aeropuerto, un rascacielos, se salda un crédito y hasta un equipo que hoy juega en Primera C , puede llegar a la Copa Libertadores.
Dos años y medio es un tiempo suficiente para poner en evidencia y hasta en ridículo las huecas reflexiones de quienes en este momento se sienten en el podio y a los que les recordaría, no una frase de mi tío, sino una del gran arquero Chilavert: ¨Tú no has ganado nada¨.
Ignacio Copani
7 de Julio de 2009